Lo bueno de ser malo

Siempre odié las despedidas, no son nada buenas ya que en el fondo sabemos que posiblemente eso no volverá; quedándote con nudos en la garganta, sé lo mucho que le extraño, lo sé por que me duelen estos días que no tengo noticias de él.

También sé que me encantaba su presencia, como también sé, que su ausencia me destruía, quizá no supe leer sus advertencias o tal vez sí. Corrí el riesgo sin medir consecuencias, quiera o no, tengo que asumir y sobretodo aceptar que ya no está, lo que fuese que él sintiese, no era sano; despertaba cosas en mi que ya casi había olvidado, siento mucha necesidad de él, estoy desestabilizado, caminando sobre una cuerda floja, tratando de encontrarme otra vez.

Es complicado describir como me siento, supongo que lloraré todo lo que tenga que llorar, hasta sentir alivio, pero aun no es suficiente esto que pasa por mi cabeza, su egoísmo me trajo hasta aquí, es como si me hubieran dejado en la nada, perdido, caminando sin rumbo, me es conocido este lugar, este sentimiento, pero diferente protagonista.

Debo ser más fuerte y comprender que es feliz ahora con él. Solo tengo una pregunta en mi cabeza, ¿Volverá?, quién sabe…

Yo sabía que al despertar ya no estaría y yo seguiré aquí, recordando caricias, una de las mejores horas de mi vida junto a él.

Tengo mil razones para tratar de olvidar este incidente, y una sola para aferrarme como niño a aquellos recuerdos; muchas veces quiero escapar de todo esto, pero por alguna razón opto por quedarme aquí, tratando de realmente entender, sin embargo no puedo lograrlo.

Publicado por Yeesus

Callado, un poco tímido, distraído, amable. Y a veces exactamente todo lo contrario.

Un comentario en “Lo bueno de ser malo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: