No sé si solo me sucede a mi, pero esta pregunta me la vengo formulando desde que inició la cuarentena y el estado de emergencia en mi país.
Estamos acostumbrados a salir, reunirnos, ir al cine, hacinarnos en una discoteca con amigos, otros deleitarse con los seductores potajes al paso. La cuestión es, ¿seguiremos haciendo esas cosas igual? Pues, viendo lo que está pasando a nivel mundial, creo que la respuesta es un no rotundo.
A pesar de los desastres que está causando este terrible virus, toda crisis deja enseñanzas. En el Perú en particular, creo que traerá un desarrollo importante en todo lo que se relaciona al comercio de bienes y servicios. Nuestro país, cuyo orden y libre circulación se ve afectado por el comercio ambulatorio, por fin podrá tener una avance sustancial.
El covid-19 nos está dando como enseñanza, la importancia de la higiene y pulcritud tanto de nosotros mismos, como de los lugares públicos, y sobre todo de aquellos dedicados a la venta de comida o transporte de personas. Parece algo sin relevancia el hecho de lavarse las manos adecuadamente, pero es un hábito que perdurará, disminuirá en gran cantidad el nivel de infecciones, adquisición de enfermedades, etc.
Cuando todo esto de la pandemia comenzó, se viralizarón una serie de videos y memes, que más de dar risa y orgullo, me generaban incomodidad, ya que reflejaba nuestro alto nivel de ignorancia.
Nos enorgullece no preocuparnos por nuestra salud, reflejar esas costumbres típicas como disfrutar una leche de tigre de la “tía veneno” o comer un combinado en plena avenida totalmente contaminada por los automóviles. Una serie de costumbres que un gran sector, por no decir la mayoría de la población, comparte. !Ojo! Quiero que quede claro que estos actos, solo deben de mejorar desde la perspectiva de la higiene y orden público.
Por lo tanto, esto no significa que dejemos de ser nosotros mismos, o que ahora andemos con el mentón hacia arriba al pasar por el lado de un comerciante; lo que quiere decir, es que ahora tenemos que incorporar un nuevo estándar.
Este simple y radical cambio, traerá consigo retos, todos aquellos comerciantes informales, se verán obligados a mejorar su servicio. En primer lugar dejar la informalidad, y poder figurar en el sistema como un pequeño negocio, poder acceder a créditos, y demás oportunidades que no solo mejorará su estilo de vida, sino también la de su comunidad.
Algunos podrán estar reacios a lo que postulo en esta nota, pero me gustaría que reflexionemos en lo siguiente. Todo está estrechamente relacionado, comercio informal, para evitar pagar impuestos, esa “viveza” del peruano es nuestro talón de Aquiles, desorden y multitud en las calles, facilita la delincuencia. Ese aforo tiene una razón de ser, por lo tanto hay que respetarlo.
Debemos de apegarnos a la norma, entender que si el semáforo está en verde no debemos de cruzar, entender que ese cruce peatonal está por algo, comprender que debemos de ser ciudadanos responsables, para poder tener la esperanza de que en un futuro no muy lejanos, este país sea un mejor lugar para vivir.
Recuerden que al terminar la tormenta, un horizonte despejado se vislumbra. Nos vemos en una siguiente nota, Luiri se despide.