Hace unos días por fin logré ver la aclamada película “Parásitos”, una gran obra sin duda, llena de suspenso del bueno y trama de calidad.
La película aborda un tema muy común en nuestra sociedad, que es el de vivir a costa de otros, de conseguir beneficios gracias al esfuerzo o suerte (económica) de personas ajenas a nosotros. Los parásitos reales de la naturaleza son repugnantes, seres despreciables que absorben la vida y terminan causando gran daño en sus respectivos huéspedes.
Durante la filmación en más de una oportunidad mostré mi disgusto ya que me encontraba en un dilema ético muy fuerte ya que tengo instaurado un conjunto de valores que están por encima de las cosas; lo que es correcto, lo es en su totalidad no parcialmente, las medias verdades son una mentira, un vago intento de ocultar lo que sabemos que es incorrecto, con el único fin de engañarnos a nosotros mismos y sentirnos “bien”.
Lo fácil siempre es la tentación más fuerte, por esta, los principios son livianos “peros” en nuestro camino. Otra idea importante que vemos en esta película es que no existe un plan perfecto, sobretodo cuando se habla de personas y papeles actorales. El éxito es simplemente momentáneo, ya que el hilo que asegura el bienestar es frágil y nunca sigue un curso fijo ya que la persona es inconstante.
En ocasiones cuando el parásito (humano) elabora su “brillante plan” y se establece, la maduración trae consigo acciones en extremo torpes, que insultan la habilidad – minuciosidad del plan, y termina en lo que todos conocemos, escándalo y bolsillos mucho más afectados que antes.
Otro detalle es que el hombre tiene un defecto, que es el hecho de querer más y más, una sensación de insatisfacción constante, que no se compensa con poco y que conlleva al rotundo fracaso del plan.
Al final todos nos damos cuenta que existía otro camino, otro sendero que se basaba en la integridad, esfuerzo y honestidad y que hubiera logrado conseguir mucho más de lo que la vida fácil ofrecía.
Espero que esta nota haya sido de su agrado y que si no han visto esta película, hagan un espacio en su agenda para que disfruten de un gran momento; que como pocos, deja una gran moraleja y lección de vida.